Cerca de la mitad de las especies en el mundo están en peligro y una tercera parte podría desaparecer por completo. Un estudio advierte de las graves consecuencias de esa situación para el planeta y de su impacto en el medio ambiente.
“A menos que cambiemos nuestra forma de producir alimentos, los insectos en conjunto irán camino a la extinción en unas pocas décadas”, así concluye un estudio realizado por expertos medioambientales que se publicará el próximo abril en la revista Biological Conservation.
La reciente disminución del número de insectos que vuelan, se arrastran, se esconden o se escurren por el agua forma parte de una extinción masiva, y sería la sexta de ese tipo en los últimos 500 millones de años. “Estamos presenciando el mayor evento de extinción en la Tierra desde finales de los períodos pérmico y cretácico “, expresaron los autores del documento.
Para tener una idea, durante el final del período pérmico, hace 252 millones de años, cerca del 90% de las formas de vida se extinguieron en el planeta. Adicionalmente, durante el abrupto final de la era cretácica, hace 66 millones de años, se produjo la desaparición de los dinosaurios terrestres.
“Estimamos que la proporción actual de especies de insectos en declive ronda el 41%, lo que correspondería al doble que la de los vertebrados”, afirman Francisco Sánchez-Bayo, integrante de la Universidad de Sidney y Kris Wyckhuys, de la Universidad de Queensland, ambas en Australia. Además, los especialistas estiman que cada año hay un incremento adicional de un 1%.
Restauración de áreas silvestres para evitar “el colapso de los ecosistemas”
El informe también revela que el peso colectivo de la biomasa de insectos disminuye anualmente aproximadamente un 2,5 % en todo el mundo. Por lo que los expertos indicaron que solo con acciones decisivas se puede evitar “un colapso catastrófico de los ecosistemas de la naturaleza”.
La restauración de áreas silvestres y una drástica reducción en el uso de pesticidas y fertilizantes químicos son probablemente la mejor manera de frenar la pérdida de insectos, dijeron los autores.
El estudio, que se publicará en la revista Biological Conservation, reunió información de más de 70 conjuntos de datos en todo el mundo, algunos con información que data de más de un siglo atrás.
La desforestación y los pesticidas, entre las principales causas de la muerte de insectos
Factores como el cambio de hábitat, la deforestación, la urbanización, la conversión a tierras de cultivo, entre otros, son, por un amplio margen, las principales causas de la disminución de los insectos y así como el motivo principal de su extinción. La contaminación y el uso generalizado de pesticidas en la agricultura comercial, también influyen en la pérdida biológica.
Por ejemplo, en Francia el reciente colapso de muchas especies de aves ocurrió a partir del uso de insecticidas en cultivos industriales tales como los viñedos, el cultivo de trigo, cebada o maíz. “No queda casi ningún insecto, ese es el problema número uno”, alertó Vincent Bretagnolle, ecólogo del Centro de Estudios Biológicos de Francia.
De acuerdo con los expertos, los insectos voladores en toda Europa han disminuido en promedio un 80%, lo cual implica que las poblaciones de aves disminuyen en más de 400 millones en tres décadas.
Se estima que solamente unas pocas especies de insectos, principalmente en el trópico, han sufrido por el cambio climático. Por otro lado, en algunos de los climas del norte han aumentado su rango a medida que las temperaturas son cálidas.
No obstante, a largo plazo los científicos temen que el calentamiento global pueda convertirse en otro de los principales impulsores de la desaparición de los insectos. Por el momento, la preocupación creciente por la pérdida de biodiversidad se ha centrado principalmente en los grandes mamíferos, aves y anfibios.
Muchos especies de animales dependen de los insectos para alimentarse
Los insectos comprenden cerca de dos tercios de todas las especies terrestres, a su vez han sido la base de ecosistemas clave desde que surgieron hace 400 millones de años. “El papel esencial que desempeñan los insectos como alimento de muchos vertebrados a menudo se olvida”, afirman los investigadores.
Animales como topos, erizos, osos hormigueros, lagartos, anfibios, la mayoría de los murciélagos, muchas aves y peces se alimentan de insectos o dependen de ellos para criar a sus hijos. De acuerdo con el estudio, otros insectos que llenan el vacío dejado por la disminución de las especies probablemente no puedan compensar la caída de la biomasa.
Los insectos también son los principales polinizadores del mundo, el 75% de los 115 cultivos alimentarios más importantes del mundo dependen de la polinización animal. Entre estos se incluyen el cacao, el café, las almendras y las cerezas.
En este sentido se debe señalar que una de cada seis especies de abejas se ha extinguido regionalmente en algún lugar del mundo. Igual ocurre con los escarabajos peloteros en la cuenca mediterránea.
A pesar de que existen más datos de América del Norte y Europa que en el resto del mundo, el ritmo de disminución de insectos parece ser el mismo en climas tropicales y templados. Reino Unido ha visto una disminución cercana al 60% en sus grandes grupos de insectos o taxones. En América del Norte el porcentaje es de 51% y en Europa (todo su conjunto) promedia un 44%.